El peine del viento. Eduardo Chillida. Acero fundido. 1977. San Sebastián |
El peine del viento.Chillida. Acero. Detalle |
Los dedos peinan al viento, ¿no los oís, si hay galerna? Chillida lo entiende bien. Sabe que lo que miramos son los dedos de la mano de Plutón o bien del airado Vulcano que pugnan por sobresalir del reino de las profundidades. Al fondo hay más dedos clavados. Son dedos que tocan al viento, que lo peinan sin querer y que a veces lo hacen llorar, si sopla con violencia. Son líneas de grueso acero que Chillida añade al paisaje trabajando en su taller con las luces de los hornos de Vulcano: Tres líneas como el tridente de Neptuno, o cuatro curvas perdidas, rotas o descoyuntadas por un dolor recurrente.
Según la mayor parte de sus admiradores, Chillida elije el paisaje e instala sus hierros en él para contarnos la historia de Vulcano, que sigue buscando en las olas el aroma de Afrodita, o para mostrar el lugar en donde se hundió Proserpina en la carroza infernal... Para otros, sin embargo, no es Chillida quien elije, sino que es el paisaje parlante el que llama al escultor en busca de algún acento o de un subrayado de acero...
Las obras de Eduardo Chillida no son obras múltiples e intercambiables, no son ideas abstractas. Son elementos añadidos al paisaje. Suelen ser edículos del tiempo de un tamaño monstruoso, respuestas al enigma de la esfinge, pensamientos integrados en plena naturaleza, obras que fuera del sitio para el que fueron concebidas dejan de ser lo que son: Un soplo difuso de vida, la huella de un escultor en un paisaje cualquiera.
Interesante blog .Dialogar con el espacio y el tiempo a traves del arte . Dice Chillida que El peine del viento es la solución a una ecuación que no tiene números sino elementos naturales :agua , horizonte , aire , tierra .......
ResponderEliminarGracias, Maria José.
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