Estimados Ictinos y Calícrates:
Os he mandado llamar para encargaros una obra magna. Como sabéis, nuestros enemigos, los persas, destruyeron nuestro templo a Atenea, el antiguo Hecatompedón, en la Acrópolis. Durante un tiempo prometimos dejar sus ruinas sobre el lugar para que nadie olvidara lo sucedido. Sin embargo ahora, tras haber triunfado en Salamina y después de haber asegurado que los tributos de las pólis griegas de la Liga de Delos seguirán llegando a Atenas, ha llegado el momento de construir un templo que celebre nuestra grandeza.
No habrá problemas materiales. Tenemos mucho dinero. Lo haremos de mármol del Pentélico y de Paros. Aunque Atenas es una ciudad jonia, construiremos el edificio en orden dórico, porque esa es la raza y la cultura que domina entre nuestros aliados. Eso no será óbice para que, en su interior, puedan existir signos jónicos, como el friso de las Panateneas, que ya he encargado a Fidias. Según creo, en la Magna Grecia se ha logrado ya un módulo de gran equilibrio, de manera que creo que no tendréis muchas dificultades en adaptarlo a un templo que sea capaz de alojar la gran estatua de Atenea, que también he encargado a mi amigo Fidias. A la estatua de la diosa, cubierta de oro y de esmeraldas, la llamaremos Atenea Partenos. El templo, por lo tanto, se llamará Partenón y será la imagen física de la superioridad de nuestra cultura, frente a la barbarie de los persas. También Fidias expresará esta idea en las metopas, representando el combate entre los salvajes centauros y los civilizados lapitas.
Necesitamos, por lo tanto, un proyecto para comenzar las obras cuanto antes. Señores arquitectos, es ahora su momento. Se espera de ustedes que resuman la armonía de la razón geométrica y que la apliquen al espacio cerrado y simbólico del templo de nuestra diosa. Que la sabiduría de la diosa les ilumine. Adelante.
Firmado: Pericles. (fecha ilegible), Atenas.
(
www.artehistoria.jcyl.es/arte/videos/697.htm )
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