Hermes y Dionissos. Praxíteles. 2,11m. mármol. s IV aC. Mº de Olimpia. Grecia |
Aunque no se suele insistir mucho en ello, la mayor parte de las obras griegas de los museos no son obras originales y sí copias romanas, renacentistas o neoclásicas de originales griegos perdidos, por eso fue emocionante reconocer en los distintos trozos de mármol de Paros de tamaño natural que yo encontré los rasgos de las obras de Praxíteles. Para mi, eso que tenía delante era el original. Rasgos como la sutil curva praxitélica, con la torsión del tronco que requiere de un apoyo lateral, el esfumado suave del desnudo del dios Hermes, el canon estilizado al estilo de Lisipo que se usó en el siglo IV y esa expresión serena que ha perdido el sentido heroico de Fidias para hacerse más ensoñadora o más nostálgica.
Sin embargo, el contraste entre la suavidad del acabado pulido del esfumado del joven Hermes con el claroscuro intenso de la túnica que, bajo Dionisos, cuelga del apoyo, es un valor escultórico añadido, que parece más bien romano o helenístico...
Yo, sin embargo, no me dejo llevar por estos argumentos. Aunque haya historiadores que prefieran pensar que esto es más bien una copia romana, yo estoy convencido de lo contrario. Yo prefiero imaginar que estamos ante el original, ante un mármol que recibió la caricia del cincel del hombre que nos enseñó la hermosura del desnudo de Afrodita: Un mármol original del gran Praxíteles.
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